
Egresado de los Hospitales de Traumatología y Ortopedia del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en la Ciudad de México, con quien comparte edad (42 años), Juan Carlos Chávez Quiros especialista xalapeño se dice orgulloso de haber cursado la residencia médica en el complejo hospitalario antes conocido como Hospital “Magdalena de las Salinas”, que es considerado el más grande en Latinoamérica y se ha distinguido por ser el mejor en este ramo.
Fue el 17 de octubre de 1981 cuando los Hospitales de Traumatología y Ortopedia fueron inaugurados por el entonces presidente José López Portillo, Juan Carlos nació una semana después, el 24 de octubre del mismo año, en la Ciudad de Xalapa, Veracruz.
Con 42 años, el joven especialista se posiciona como de uno de los médicos más brillantes de Xalapa en la especialidad de traumatología y ortopedia, graduado de la Universidad Veracruzana y titulado de manera automática por promedio de 9.1.
Desde el 2015 y a pocos años de ingresar a su base laboral, se convirtió en Director Médico de la Clínica-Hospital del ISSSTE de Xalapa. En los escasos meses que Juan Carlos Chávez estuvo al frente del nosocomio, los resultados de su labor fueron sorprendentes: hubo logros prácticamente en todos los aspectos del trabajo, pero además avanzó en la calidad y en la calidez con que se ofrecía el servicio a los derechohabientes.
Remontando el pasado, Chávez como desde entonces se conoce en el mundo médico, recuerda que la decisión final de estudiar medicina se dio a partir de un evento traumático con su madre, la señora María Teresa sufrió un evento vascular-cerebral y él de pequeño, con casi 7 años lo recuerda como un hecho vivido que le dio el sentir de querer salvar vidas.
“Mis papás” nos dice, también tuvieron su participación para su vocación de médico, pues un regalo de juguetes Mi Alegría, un estetoscopio y un maletín instrumental” despertaron la curiosidad.
Durante una breve entrevista en su consultorio particular nos dice: “la verdad no es mágico querer estudiar medicina, primero me llamo la atención la composición del cuerpo humano y de acudir a consultas con mi familia, así surgió este interés alterno porque en la preparatoria quería ser piloto aviador”.
¿Finalmente por qué eligió la carrera de médico?
“Cursaba la primaria cuando fui llevado al sanatorio donde se internó a mi mamá que estaba seriamente enferma; la daban por desahuciada y a mí me llevaron para despedirme. Su vida dependía de la decisión y de la atención de los médicos; mis ojos no perdían detalle y en mis adentros imaginaba su sabiduría, su enorme valor como depositarios de confianza absoluta. Creo que me dije: `quiero ser como ellos’, y a partir de entonces, las acciones de mi vida giraron en torno al objetivo de ser médico. Mi madre salió del peligro y fue dada de alta, días después”.
Y así continúa: memorizaba especialmente lo que aprendíamos en anatomía humana; así, en la época de la enseñanza media superior, fisiología me agradaba y de ahí tomé la capacitación de Técnico Paramédico. De ahí mi primer empleo fue como Director del Centro Médico de Acatlán y del DIF Municipal.
Algo para recordar -nos dice- es que fui el primer médico del Equipo de Básquetbol “Los Halcones de Xalapa”, me sirvió para aprender a sentir el orgullo de ser importante para la sociedad, pues en mis manos y conocimiento estaba el garantizar la salud de los jugadores.
Sin embargo para entrar al internado no quede a la primera vez, fue inmadurez y un poco ser confiado; a la segunda vez me puse estudiar y quedé adentro.
¿Qué significó para ti, prepararte para ser traumatólogo?
“Una pasión. Me la pasaba en quirófano de lunes a viernes, desde la mañana hasta la tarde, de ahí me surgió la idea de estudiar traumatología, comencé a llevarme con los médicos y todo el personal. De ahí tuve la oportunidad de empezar a operar con un traumatólogo, a quien consideró mi mentor, José Ramón Valencia Grayeb, reconocido Ortopedista, Traumatólogo, que me dio la oportunidad de agarrar por primera vez un bisturí”.
Tan solo en traumatología había 19 quirófanos solo para tratar facturas en el Magdalena de las Salinas, para ortopedia son otros 19 más, “imagínate el reto, pasaba mis horas, incluso descansos operando, queriendo estudiar más, hasta uno de los sismos me tocaron ahí dentro con mis pacientes en proceso”.
Soñaba operar; lo hacía en forma imaginaria cuando era estudiante de medicina. Posteriormente, fui adjunto, luego titular de traumatología, así he estado en distintos hospitales, IMSS, ISSSTE, Secretaría de Salud; soy expositor actualmente de una empresa farmacéutica y ahora médico de horario completo en la privada.
“Con verdadera devoción asumí la responsabilidad de ser director de la Clínica-Hospital del ISSSTE de Xalapa. En algunas ocasiones tenía a mi cargo grupos simultáneos de médicos para coordinar las acciones semanales, lo que era muy grato, ya que tenía la oportunidad de emular a mis maestros que daban principio a su clase a la hora en punto, no pasaban lista, el salón repleto y el genuino intento de que cada uno hiciéramos nuestro mejor intento al atender a la derechohabiencia.
Seguramente los primeros sorprendidos de la forma de trabajar del joven funcionario nacido en Xalapa fueron los trabajadores y la derechohabiencia, pues el novel médico puso manos a la obra y mejoró muchas áreas del hospital, sobretodo en época de pandemia, donde administró y supervisó la llegada y el buen uso de las vacunas.
Hoy, después de haber sido médico adscrito al área de traumatología de varios hospitales públicos y privados, cumple con múltiples compromisos, pero a pesar de ello, regaló a la Gaceta unos minutos de su tiempo para narrar parte de sus vivencias como niño y estudiante, las cuales lo llevaron a su profesión. Primero como alumno, después como médico especialista y funcionario algunas instituciones públicas, y, ahora, en su papel de conferencista, a través de una visión sobre la medicina, en su ramo que se han dado en el ámbito de la carrera de médico traumatólogo y ortopedista, desde el punto de vista académico, social y administrativo.
Finalmente, el doctor Chávez Quiros comentó que en un futuro piensa ejercer su carrera profesional pero con un lado más humanista, donde ejercer la medicina sea solamente de forma altruista “y lo reitero, que mi entrega a la medicina es completa”, concluyó.




“Y lo reitero, que mi entrega a la medicina es completa”.